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Plaza del Museo Nacional, A Coruña
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología se inauguró el mes de mayo del 2012 tras las obras realizadas en el edificio con el fin de adaptarlo a museo nacional y tras las actuaciones en los espacios exteriores que dieron como resultado la Plaza del Museo Nacional, espacio antesala a dicho equipamiento.
Pensado originalmente como Centro de las Artes, institución que albergaba un museo y un conservatorio de danza, el edificio organizaba sus accesos por sus caras este y norte, mirando hacia la bahía de Orzán. Este proyecto, que había sido el resultado de un concurso internacional ganado en el año 2001 por Victoria Acebo y Ángel Alonso, se había quedado paralizado en 2006 debido a la ausencia de contenido para el museo. En el año 2010 tras un acuerdo firmado entre la Diputación de la Coruña y FECYT se reiniciaron las obras con el fin de adaptar el edificio a Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Los trabajos consistieron en la unificación de museo y conservatorio a través del núcleo de comunicaciones y la realización de un nuevo y único acceso ahora por su cara sur, hacia el interior, por la calle Mister Archer Milton Huntington. Esta operación invertía el esquema de funcionamiento original del edificio, que ahora utilizaba lo que era el antiguo salón de actos como hall, y ademas creaba una gran plaza que ejercería de antesala y recepción de visitantes.
El vacío, una especie de gran cuña triangular de 2.000 m2, era una explanada resultado de un antiguo campo de fútbol y en ella se había realizado ya la rampa que daba acceso a la planta sótano de servicios. Los movimientos de tierra de la excavación habían quedado amontonados durante los cuatro años en que la obra habia estado abandonada creando una topografía sinuosa. El proyecto de la nueva plaza recoge con cierto pragmatismo todas estas circunstancias para resolverlas y plantear ademas una narrativa sobre el agua de la lluvia como una actriz siempre presente en el espacio público de A Coruña. La organización del drenaje y su conducción superficial realizada mediante tajeas superficiales dibuja en la plaza recorridos del agua que son las que dan la fisionomía al espacio público. La tierra acumulada de la excavación había creado una topografía sensual que el agua de lluvia utiliza para dibujar recorridos sinuosos y caracoles, y que se proponía como contrapunto al gran prisma de vidrio rectilíneo del museo. Todo el agua se recoge en cuatro grandes imbornales, en los que se hace presente el sonido y el movimiento y donde se visibiliza el acontecimiento.
Promotor: Diputación de A Coruña. Arquitectxs: Victoria Acebo y Ángel Alonso. Colaborador: Adria Escolano.
Proyecto: 2009. Fecha de inauguración: mayo 2012.









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